Otros, The Fault in our Thoughts

Bueno pues aquí va mi primer post en el blog. Soy Canuto y  hoy voy a hacer un estudio psicológico (en verdad voy a contar mi perspectiva, pero con ese comienzo suena más prometedor) de The Fault in Our Stars.

He elegido esta novela porque precisamente la leí hace unos días y acto seguido fui a verla al cine, y además es una de esas novelas que te hace pensar. Simplemente voy a comentar ciertos pensamientos que yo tuve, y en ningún momento quiero que nadie se tome nada a mal ni nada por el estilo.
¡¡¡AVISO DE SPOILER!!!

Comencemos.
Este best-seller de John Green comienza con una chica, Hazel Grace Lancaster, 16 años, estadounidense. Le detectaron cáncer a los 13, y gracias a un milagro ahora sigue viva. Y no voy a contaros más la historia porque yo escribo esto para opinar.

Bien, pues, ya al comienzo de esta historia me hizo pensar en el cáncer infantil, en lo desgraciado que es todo aquel padre que lo sufre pasivamente. Hazel, lo vive de forma depresiva y es muy normal, pero aún así, a mi me transmitió la idea de que no podemos pasarnos la vida esperando que pase algo; ella sabía que su vida no sería eterna al igual que las nuestras, y no podemos esperar a que la muerte nos atropelle de repente para hacer algo.

Augustus Waters. Miedo al olvido. Yo no creo que tener ese miedo sea nada bueno, es verdad que te gustaría pensar que cuando no estés habrá alguien que piense en tí por lo que viviste, por tus aventuras, hazañas y todo ese rollo de cosas heroicas, pero yo creo que todos somos superhéroes a los que nos han concedido el deseo que alegrar a todo aquel que esté a nuestro alrededor. Y también, debes pensar en tu familia, tus amigos más cercanos y cualquier persona con la que compartieras algo, por insignificante que pareciera, ellos te recordarán por quien fuiste, y muchas veces es mejor que no pensar en tus actos.

Continuando con la historia y continuando un argumento anterior, cuando Hazel va al grupo de apoyo (en el corazon de Jesús literal) cambia su forma de vida, ya no espera a la muerte como único destino sino que hace algo, y muchas veces hay que probar lo nuevo para ver si será dañino o beneficioso porque de algo podemos estar seguros y es que no se puede juzgar a un libro por su portada.

Los sueños son otro gran tema por abordar. Siempre he creído en los sueños, en que la gente merece cumplirlos, pero también hay que perseguirlos y luchar por ellos. Augustus intentó hacer realidad el sueño de Hazel, descubrir la historia detrás de Un dolor imperial. Ellos lucharon por cumplirlo aunque no todo fue fácil, cuando tu meta es cumplir un sueño los baches del camino pueden llegar a ser tan profundos que los crees difíciles de superar, pero con constancia se puede, hay que insistir si se quiere algo.

También me gustaría añadir un pequeño comentario que no dará lugar a la grandeza de lo que hablaré; Hazel Grace, amiga mía, tu fuerza es la mayor del mundo. Su subida al museo de Anne Franck fue uno de sus logros, y es uno de esos que si no quieres no puedes, y ella estaba decidida a hacerlo, y por eso pudo, sino, no hubiera sido capaz. Y como muchas otras historias, ese esfuerzo tuvo su recompensa, pues como todos sabemos, allí es dónde realmente acepta su relación y dónde besa de forma real, auténtica y emotiva a nuestro Gus. 

En un capítulo, se menciona el humor negro cuando Augustus e Isaac hacen chistes sobre los ciegos, y también usan dobles sentidos. Todo ese humor, viniendo de ellos dos, nos enseña que la vida sólo es una y no hay que tomársela seriamente. Y todo el dolor que sentían día a día no se comparó con el final, la muerte es algo irremediable y era ese 10 que Hazel tenía guardado.

Finalmente,quería comentar el cambio que toma el libro del principio al fin. Siempre se creyó que Hazel moriría (o yo lo creí así) y de repente todo es confuso, ahora es Gus quien está peor, y finalmente quien muere. Y esto es algo de lo más común, quiero decir que, la vida es una montaña rusa que no hace más que subir, y de un momento a otro, baja; puede bajar mucho o poco, eso lo determinan los actos que hagan ese cambio.

Att: Canuto.